Cada día surgen más aplicaciones, más contenido multimedia, plataformas y herramientas para aprender inglés de forma eficiente, pero hay un aspecto básico, muchas veces olvidado, y que en Bridge hemos convertido en un valor clave de nuestra propuesta, el enfoque social.

Hemos comprobado que cuando se combina el aprendizaje de contenidos con temas sociales y culturales que identifican a los estudiantes, hay un incremento positivo de los resultados durante su aprendizaje. Te contamos aquí el por qué.

• Motivación para la expresión oral

¡Así es! La práctica de la competencia verbal genera en los estudiantes un poco de ansiedad. Suele ser en los momentos de práctica cuando los participantes se tornan más pasivos o tímidos. Pero la inclusión de aspectos sociales o culturales a las temáticas de estudio puede crear un ambiente positivo, interesante, que fomenta la curiosidad y el intercambio de opiniones.

Recordemos que el idioma y la cultura siempre han mantenido una relación estrecha que tiene que ver con el desarrollo del intelecto, la expresión de opiniones y emociones. Además, hay toda una experiencia de vida y apreciación del entorno que se transmite entre generaciones y forma parte de la riqueza del lenguaje que posee cada comunidad.

Por lo tanto, cuando se toma todo ese trasfondo y se combina con las técnicas usuales y temáticas formativas sobre el inglés, se crea un proceso de aprendizaje completo y seguro. Ese es el norte que seguimos en Bridge, utilizar el inglés como una forma de manifestar e interpretar la realidad, ayudando a los alumnos a crear conocimiento valioso para su día a día.

• Transformación social mediante competencias críticas

Asimismo, entendemos que el inglés es un vehículo para la transformación de la sociedad impulsando el progreso social,  la diversidad y, por tanto, la tolerancia. De ahí, que los programas de estudio que implementamos incorporen elementos para el desarrollo de competencias socioculturales que permitan la efectividad en la interacción comunicativa en el idioma inglés. No es casual que la comunicación y la colaboración sea consideradas habilidades críticas del siglo XXI, especialmente si se desenvuelven en inglés.