Aprender un idioma no solo transforma cómo nos comunicamos. También puede abrir puertas inesperadas en el ámbito profesional, fortalecer la confianza personal y darnos herramientas para crecer. Leticia Uribe de Villalba Aceros, participante del programa de Bridge, BridgePersonal, lo confirma con su experiencia: hoy se siente más preparada para enfrentar desafíos laborales en una empresa con presencia global, donde el inglés forma parte de su rutina.
“Trabajo en una empresa que está en 80 países, por lo cual muchas veces tengo que comunicarme en inglés. Antes no me sentía segura, pero ahora entiendo mucho más en las reuniones y puedo participar.”
Leticia comenzó su curso con una motivación muy clara: expandir sus oportunidades personales y profesionales. Ya sea para colaborar con equipos internacionales o simplemente entender mejor una canción en inglés, su objetivo siempre fue crecer.
“Desde el principio sentí que aprender inglés me permitiría conocer más personas, atreverme a trabajar en contextos donde no se habla español y también disfrutar más de cosas simples como la música. Todo eso me impulsó.”
Una experiencia de aprendizaje diseñada para avanzar
Leticia lleva varios meses en el programa y reconoce que hubo tres factores clave para mantenerse constante: la paciencia de los Global Teachers, la metodología de Bridge, y las herramientas tecnológicas disponibles. Pero lo que realmente marcó la diferencia fue el enfoque personalizado que recibió en sus clases en vivo.
“Mi teacher, Adri, fue maravillosa. Ella tuvo la iniciativa de adaptar nuestras clases a temas de mi trabajo. Por ejemplo, comenzamos a hablar sobre el cuidado del planeta y el medio ambiente, que son temas muy presentes en mi área. Eso hizo que todo tuviera más sentido y me ayudó a aplicar lo que aprendía directamente en mi día a día laboral.”
Gracias a esa adaptación, Leticia pudo empezar a utilizar el inglés en tareas concretas: preparar presentaciones, participar en reuniones globales, redactar correos más claros y con mayor seguridad, e incluso establecer vínculos más sólidos con colegas de otras regiones.
Además, valora especialmente la diversidad del equipo de docentes de Bridge.
“No solo aprendes el idioma, también conoces otras culturas a través de los teachers. Eso amplía la forma en que uno se expresa, piensa y escucha.”
Mantener la constancia para lograr mis metas
Como muchas personas adultas que trabajan, Leticia tuvo que encontrar una rutina que le permitiera avanzar sin descuidar otras responsabilidades. ¿La clave? La combinación entre motivación interna y flexibilidad del programa.
“La necesidad de comunicarme con personas que no hablan español me empujó a seguir. Pero también me ayudó que las clases se ajustaran bien a mis horarios. Eso me dio tranquilidad. Hoy puedo decir que el inglés es parte de mi rutina.”
Su consejo para quienes están comenzando es muy claro:
“Poder comunicarte en otro idioma es algo maravilloso. No pierdas la motivación. Sé paciente contigo mismo. Aprender lleva tiempo, pero realmente vale la pena.”
Leticia también destaca cuánto ha recuperado su confianza al hablar en inglés gracias a la frecuencia de las clases.
“Muchísimo. La práctica al tener dos clases semanales me da mayor confianza y fluidez para comunicarme con mis compañeros de trabajo en otras partes del mundo.”
Una herramienta real para crecer profesionalmente
Aunque el progreso en un idioma puede parecer lento al principio, Leticia ve su aprendizaje como un proceso acumulativo. Cada clase, cada nueva palabra, cada corrección, la acercan más a su objetivo: sentirse preparada para cualquier desafío internacional.
“Hoy no tengo dudas de que el inglés me abrió nuevas puertas. Me dio más confianza, me ayudó a ampliar mi red de contactos, y me permite seguir desarrollándome. Quiero seguir aprendiendo, quiero seguir creciendo.”
Desde su experiencia, aprender inglés no fue solo un curso más. Fue una decisión estratégica que está rindiendo frutos. Y, como ella misma dice, el proceso continúa:
“Esto no termina aquí. Lo veo como un camino que recién estoy empezando a recorrer con más seguridad. Y estoy muy feliz de haber dado este paso.”
Un aprendizaje que transforma vidas
La historia de Leticia es un recordatorio poderoso de lo que significa comprometerse con el aprendizaje de un idioma. No se trata solo de alcanzar un nivel, sino de desarrollar confianza, ganar autonomía y estar mejor preparados para un mundo laboral cada vez más global. En su caso, el inglés no solo le permitió entender más, sino ser escuchada y aportar más valor en su entorno profesional.
Y aunque todavía se considera en proceso, el impacto ya se nota: más participación, más seguridad y más conexión con personas de otras culturas. Todo eso empezó con una decisión simple: atreverse a aprender.